martes, 7 de junio de 2011

Prostitución infantil


La prostitución infantil es uno de los hechos que más alarma a la población, ya que durante las últimas décadas se han dado miles de casos de prostitución infantil. La prostitución de menores es endémica en muchos países de renta baja que se han convertido en destino preferente del turismo sexual.
Cuando un individuo busca mantener relaciones sexuales con niños o niñas y no quiere correr el riesgo de ser denunciado, tiene una segunda opción: acudir a la prostitución de menores. Esto sólo si dispone de dinero suficiente como para permitírselo. Por otro lado, se encontrará con la dificultad de encontrar un individuo o club que se lo facilite, pues la prostitución infantil se esconde mucho más que la prostitución de adultos. Pero una vez salvados estos dos obstáculos, cualquier individuo puede convertir en realidad sus fantasías con una niña o un niño, esclavizado y obligado a ser un objeto para el uso sexual. Dicha prostitución no suele ser voluntaria y va acompañada del miedo, al hambre, las drogas y multitud de circunstancias más, que pueden convertir la existencia tanto de un menor como de un adulto en un auténtico infierno.

Tráfico infantil


Las principales causas del tráfico infantil con fines sexuales son la pobreza y la falta de educación y formación. Un gran número de menores es víctima del engaño, directamente o a través de sus familiares, y la entrada en el mercado del sexo se convierte en una oportunidad fallida para salir de la pobreza o una forma de saldar deudas. En ocasiones, saben que están siendo captados para la prostitución, pero no son conscientes de las situaciones degradantes y de extrema explotación que tendrán que sufrir.
Las víctimas son extremadamente vulnerables y se encuentran totalmente despro­te­gi­das. En el caso de tráfico entre diferentes países, esa inseguridad aumenta por su entrada ilegal en el país, así como por su desconocimiento de las leyes, la cultura y el idioma del país de destino. En los casos de tráfico sexual transfronterizo, se añaden problemas de desarraigo y de doble victimización, puesto que las víctimas son tratadas como criminales por haber entrado en el país de forma ilegal. Esto puede provocar que sean encarceladas antes de ser devueltas a su país de origen, con lo que su situación se complica.
Los menores padecen secuelas físicas y psicológicas difíciles de superar, pueden contraer el VIH/Sida y otras enfermedades de transmisión sexual y las niñas se exponen a embarazos no deseados. Además, sufren el rechazo de la sociedad y de la propia familia. Una vez en el mercado del sexo, cada vez tienen más dificultades para optar a un trabajo digno. La falta de formación adecuada o el estigma social que implica haber trabajado en el ámbito de la prostitución infantil suponen grandes obstáculos para reinsertarse en la sociedad.

miércoles, 1 de junio de 2011

Wake up

El video a continuación nos muestra como son tratados los niños que son explotados sexualmente, quienes son usados y luego desechados como si su existencia no valiera nada. El video nos invita a despertar y tomar acciones frente a estos abusos, denunciarlos para que no sigan aumentado.
La explotación sexual comercial infantil -como la venta de niños con fines sexuales, la prostitución infantil, el turismo sexual infantil y la pornografía infantil- considerada una moderna forma de esclavitud constituye, como fenómeno social, una de las expresiones más graves de vulneración de derechos de los niños/as y adolescentes y una de las peores formas de trabajo infantil.
La pobreza y la búsqueda de estrategias de sobrevivencia en sectores sociales deprivados, conducen a niños/as y adolescentes a un mercado de clientes, proxenetas y facilitadores, organizados para su utilización sexual comercial, lo que se traduce en personas reducidas a objetos, efecto del poder de las transacciones y del inhibidor y obscuro contexto en que estos hechos se manifiestan.
Un estudio encargado por el Sename y la Organización Internacional del Trabajo determinó que en Chile unos 3.700 niños y niñas son explotados sexualmente.
Hay lugares que son escenarios favorables para la explotación sexual infantil, como ocurre, por ejemplo, con las denominadas “ciudades puerto”. Es así que Valparaíso, Iquique y San Antonio son zonas que concentran a nivel nacional el mayor número de casos de explotación sexual y comercial. En cuanto a la edad, más del 70% se concentra entre los 12 y 17 años de edad.
La explotación sexual  es una actividad ilegal que denigra a los niños, los priva de sus derechos fundamentales, dañan su salud y los marcan para toda la vida.